
Christian Novoa Vásquez, es un artista de herencia, su madre fue artista plástico, su abuelo retratista y joyero. Su fascinación por el arte le nace desde que su abuelo le enseñó el oficio de la joyería.
Comencé a fundir ore y plata, pero antes de ese fundirlos necesitaba el diseño, así que tenía una libretita donde dibujaba unos bocetos para joyería, entonces así me llamó más la atención el dibujo. Mi abuelo se quedó con la joyería y yo seguí el dibujo. Cuenta Christian.
Al terminar el colegio el año 2000, la madre de Christian, le preguntó que quería para su futuro, que profesión le gustaría seguir, en son de broma le dijo que pintor, su madre, siendo artista, no estaba muy convencida. Desde niño a Christian le gustaba ser profesor, de lo que sea, pero profesor, entonces su madre lo hizo postular al pedagógico, a la especialidad de educación primaria.
Mientras estaba en el examen, pensaba,”si ingreso bien, y si no también”; pero tenía el bichito allí, algo dentro de mi me decía que me pusiera a dibujar en la carpeta, y lo hice, no me acuerdo bien, lo que hice en la carpeta, pero eso creo que fue lo decisivo de lo que realmente quise hacer y lo estoy haciendo. Con una gran sonrisa y con orgullo, relata todo lo que ha pasado.
Al finalizar el examen y sabiendo los resultados, él no había ingresado. Caminaba rumbo a su casa junto a su madre, alumbrados con la tenue luz de los faroles de la recoleta, ella le decía que si estudia, para la próxima le iría mejor, o mejor aún postularía a la universidad, pero a Christian no le gustaba la idea. De pronto un auto perifoneaba: “Examen de admisión 2000, a la escuela de arte Mario Urteaga”, votaba por la ventana volantes, de primera mano, no hicieron mucho caso, pero al llegar a la esquina, justo antes de voltear para dirigirse a su casa, Christian recogió uno de esos volantes en el suelo y le dijo a su madre que quería estudiar esa carrera la carrera de sus sueños y por la cual estaba apasionado, Artista Plástico, Su madre le dijo que si así lo deseaba ella lo iba apoyar.
En el 2000, ingresó a la escuela de artistas “Mario Urteaga”, en el 2005 egresó para ir a Bellas Artes en Lima, a especializarse aún más, después nuevamente postuló a la escuela Mario Urteaga, estudiando un año más lo que es escultura.
En el 2006, apertura las puertas de su taller, en el Jirón Éten 280, exponiendo algunas pinturas, tanto de él como de otros artistas, además tiene esculturas de diferente índole y apoya a artistas no solo de su materia sino de diferentes ramas como, teatro, música y demás. Él en el año 1999 fundó con dos amigos más, sus mejores amigos, la banda de música “Blanca Timidez”, que comenzó como un simple grupo, de amigos tocando y después han tenido conciertos de cochera, muy representativos.

Christian es un artista joven de 24 años, que le gusta divertirse, no vivió con su padre y hace poco su madre partió al encuentro con Dios. Sus creaciones son inspiradas de la experiencia diaria y de investigaciones que el mismo hace, y como dice las tiene que vivir. Aclara que es un artista sano, que no tiene ningún vicio, solo el vicio de hacer arte, alucina sin ninguna sustancia, suelta algunas carcajadas, lo que importa para el son los sueños, las vivencias, el paisaje, las mujeres y su delicadeza. Protesta por la contaminación, protesta porque en el Perú no se puede vivir solamente del arte, pero no le importaría tener mucho pero si lo suficiente.
A veces hay que comer solamente pan con agua, pero son solo épocas. Manifiesta. Para terminar con un tanto de melancolía me dice, mi madre fue la artista de este artista, la artista de mi vida, de mi cuerpo, de mi alma, de mi mente, es mi padre, mi madre, me educo, me guió, no utilizó ninguna técnica para que me eduque, solo lo hizo y le agradezco.
Para ti madre, te dedico la obra que estoy construyendo.
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